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" Me siento afortunada de poder decir que he vivido en primera persona las sensaciones que se perciben cuando recorres con la mirada cada detalle de ésta obra, dar un paseo por los jardines, ver cómo los estudiantes se reúnen en los pasillos cubiertos, contemplar el flujo de gente que abarrota las mesas de la biblioteca, todo ello desde una perspectiva diferente, puesto que no he sido nunca estudiante de ésta universidad, pero la llevo grabada en mi mente porque representa todo un símbolo para la sociedad venezolana. Muchas generaciones han pasado por éste complejo y todos coinciden en una cosa: hay que estar dentro de él para comprenderlo, hay que sentirlo para amarlo.
El espíritu del arquitecto está presente en cada rincón, su capacidad de hacer que los espacios sean infinitos, que no tengan límite, que se mezclen los exteriores con los interiores, que la luz se funda con cada vitral, con cada escultura, con cada pintura, hacen de ésta obra un magnífico ejemplo de fusión entre arte y arquitectura.
Es imposible imaginar la historia de Venezuela sin Carlos Raúl Villanueva y mucho menos sin la Ciudad Universitaria, ya que forma parte del día a día de muchos venezolanos, curiosamente no sólo estudiantes del centro: allí se congregan jóvenes provenientes de toda la geografía capital, de otras universidades, de colegios, de institutos, todos ellos unidos por el mismo motivo: aprender.
Con ésto he pretendido sólo una cosa, darle la importancia que se merece a un hombre que formó parte importante del panorama arquitectónico del siglo XX, y que tristemente es poco conocido entre la gente fuera de América Latina; sus obras son magistrales, su técnica es admirable, pero sobre todo su pasión por construir, ha hecho que poco a poco se le reconozca mundialmente como un auténtico maestro en su campo"
Enlace con la página de la Universidad Central de Venezuela (FOTO)
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